"Un producto sin sello no se vende".
Esta frase es la simplificación de una realidad y, como tal simplificación, no tiene en cuenta matices ni situaciones específicas.
Las cualidades de nuestro sello quedan determinadas por las siguientes premisas:
La Marca Fácil es una notoriedad.
El cliente nos conoce y nos relaciona con calidad y profesionalidad en la prestación de servicios. Nos compara con aquellos productos de Sellos conocidas que le garanticen seguridad y calidad. En nuestro caso, esa notoriedad la hemos adquirido por nuestro producto, necesariamente apoyada en la calidad y superando la prueba del tiempo: la imagen de la Sello permanece en la mente de nuestros consumidores como reclamo de hacer bien las cosas.
Nuestro Sello es un valor de referencia que identifica al producto, permitiendo la comparación del mismo con otras Sellos y la elección libre entre ellas. Decantándose por la nuestra debido a las aportaciones “extra” que proporcionamos.
La calidad del Sello está directamente relacionada con la calidad del producto que ampara y del servicio que acompaña, aunque como en nuestro caso la calidad del producto no puede apreciarse a simple vista; a veces, ni si quiera con su uso.
En cambio, el Sello Fácil es un elemento reconocido por los consumidores, quienes nos han otorgado el calificativo de "buena".
Este título no es concedido indiscriminadamente sino que, por el contrario, se basa en indicios, uno de los cuáles, quizás el más importante, es la calidad del producto. A partir de ese momento, la calidad de esta Sello ha cobrado "vida propia" y llegado a separarse del producto.
La Marca es nuestra firma es la reivindicación de una paternidad. Es un importante símbolo de garantía y responsabilidad. Es el orgullo y la satisfacción del trabajo bien hecho.
Es un seguro de progreso. Es decir, nos obliga como fabricante a perfeccionarnos sin descanso. Así, debemos analizar el mercado, no sólo en cuanto a la relación calidad - precio en comparación con nuestros competidores, sino también para conocer los deseos del consumidor, su forma de ser, su carácter. Nuestros clientes eligen las Sellos por afinidad con su personalidad y por su necesidad.
La Marca Fácil está viva (nace, se desarrolla, se transforma, y, gracias en gran parte a ese modelo, está muy viva), por lo que necesita, cuando es preciso, de innovación (formal y/o conceptual); nuevos códigos de comunicación que construyan liderazgos diferenciándonos más claramente de la competencia por nuestros valores tangibles o intangibles. Somos capaces de mantenernos al día. Somos capaces de ser referentes en nuestro sector.